¿No tienes tapetes en casa porque piensas que la limpieza es difícil y tediosa, y que pasarás mucho tiempo en el mantenimiento de estos?
Déjame contarte que un tapete sí requiere de un mantenimiento general, para mantener la solidez de su estructura, el color de la fibra y que siempre conserve la apariencia de "nuevo". Sin embargo, no es tan difícil como crees.
Si eres de los que se preguntan: ¿Cada cuánto debo limpiarlo, aspirarlo, lavarlo? Aquí te voy a dejar una guía muy práctica para que tus tapetes conserven el estilo que los caracteriza dentro de tu hogar, que la tarea de limpieza sea sencilla y puedas disfrutarlos por mucho tiempo.
1. Limpieza Diaria
Lo primero y lo más importante que debes hacer para mantener tu tapete como nuevo es ASPIRAR frecuentemente.
La labor de aspirado evita que el polvo y la mugre se concentren dentro del tapete. Si estos penetran profundamente la superficie del tapete, las fibras se pueden alterar, doblar e incluso, aplastar. El color se deteriora y se
opaca.
Por esta razón, un aspirado regular (dependiendo el tráfico que se tenga sobre el tapete) te ahorrará tiempo y dinero.
Muchas personas mantienen la creencia de que aspirar con frecuencia deteriora el tapete. Esto es una falacia. El peor enemigo de los tapetes es la acumulación de partículas por el uso diario. Generalmente no se desgastan por manchas
accidentales, sino por la mugre que se agrupa en el día a día y es el que produce los mayores daños.
Para las áreas de mucho tráfico es conveniente aspirarlas cada vez que sea necesario. Recuerda que realizando esta acción lentamente absorbe más mugre. Para reducir el aplastamiento, aspira con cuidado. Puedes comenzar en cualquier dirección. Terminando el proceso, realízalo en un sólo sentido.
Nota: Si no puedes realizar esta acción diariamente, dedica un día a la semana para realizarlo, si no tienes mucho tráfico en esta zona. Si lo tienes, hazlo por lo menos 2 días por semana.
2. Ubicación de los muebles
El mayor desgaste de la alfombra se presenta entorno a los muebles. En particular, delante de los asientos, a causa del movimiento de los tacones de las personas.
De acuerdo a lo mencionado anteriormente, te sugerimos cambiar de posición los tapetes con respecto a los muebles, o viceversa.
Los muebles nuevos pueden segregar tintillas, barnices o lacas que podrían ocasionar daños al tapete. Es conveniente que no descansen directamente sobre él.
3. Lavado
Aún con un aspirado regular, después de cierto tiempo la apariencia de tu tapete se verá afectada por la acumulación de mugre que solo puede ser removido con el lavado. Cuando la alfombra comienza a lucir opaca y sin brillo es
tiempo de lavarla.
La frecuencia de lavado dependerá del trato que se le de al tapete, del ambiente y del color escogido. Tú puedes efectuar el lavado de tu tapete o bien contratar una empresa especializada para ello.
4. Decoloración
Los tintes y colorantes que se utilizan para teñir los tapetes, son de última tecnología y de excelente calidad. No obstante, la luz del sol y el paso del tiempo, pueden alterar los colores. Debes cuidar que no estén directamente al sol.
5. Manchas
Debes limpiarlas inmediatamente después de ocasionadas, ya que pueden ser absorbidas fácilmente por algunos materiales de la alfombra, causando un daño irreversible.
Seca la mancha al instante, y luego aplica jabón de PH neutro, como shampoos para alfombra; frota con un cepillo de cerda suave el área afectada. Luego, seca la superficie con una toalla y repite el proceso cuantas veces sea necesario.
Estoy muy contenta con este blog por que me ayudo entender que las alfombras a pesar de ser divinas, y decorar hermosos cada rincón de nuestro hogar tiene unos cuidados especiales y nos ayudan a eliminar la mayoría de gérmenes y bacterias que se aculan en ellos es muy importante aspíralos cada 8 días o por un profesional de limpieza cada mes